lunes, 22 de diciembre de 2008

En el huerto

Por cerezas garrafales
íbamos juntos al huerto.

Con sus brazos de alabastro
escalaba los cerezos,
y montábase en las ramas,
que se doblaban al peso.

Yo subía detrás de ella
y mis ojos indiscretos
su blanca pierna seguían,
y ella cantando y riendo,
les decía con sus ojos
a los míos: -¡Estaos quietos!

Luego hacia mí se inclinaba,
en los dientes ya trayendo
suspendida una cereza;
y yo mi boca de fuego
sobre su boca posaba;
y ella, siempre sonriendo,
me dejaba la cereza
y se llevaba mi beso.


Vìctor Hugo.
de la pág. web "citas Y poesia"

El sueño

Apoya en mí la cabeza,
si tienes sueño.
Apoya en mí la cabeza,
aquí, en mi pecho.
Descansa, duérmete, sueña,
no tengas miedo,
no tengas miedo al mundo,
que yo te velo.
Levanta hacia mí los ojos,
tus ojos lentos,
y ciérralos poco a poco
conmigo dentro;
ciérralos, aunque no quieras,
muertos de sueño.

Ya estás dormida. Ya sube,
baja tu pecho,
y el mío al compás del tuyo
mide el silencio,
almohada de tu cabeza,
celeste peso.
Mi pecho de varón duro,
tabla de esfuerzo,
por ti se vuelve de plumas,
cojín de sueños.
Navega en dulce oleaje,
ritmo sereno,
ritmo de olas perezosas
el de tus pechos.

De cuando en cuando una grande,
espuma al viento
suspiro que se te escapa
volando al cielo,
y otra vez navegas lenta
mares de sueño,
y soy yo quien te conduce,
yo que te velo,
que para que te abandones
te abrí mi pecho.
¿Qué sueñas? ¿Sueñas? ¿Qué buscan
-palabras, besos-
tus labios que se te mueven,
dormido rezo?

Si sueñas que estás conmigo,
no es sólo sueño;
lo que te auna y te mece
soy yo, es mi pecho.

Despacio, brisas, despacio,
que tiene sueño.
Mundo sonoro que rondas,
haste silencio,
que está durmiendo mi niña,
que está durmiendo
al compás que de los suyos
copia mi pecho.
Que cuando se me despierte
buscando el cielo
encuentre arriba mis ojos
limpios y abiertos.

Gerardo Diego.
de la pàg.web "citas y poesia" de Enrique Oropesa T.

El verso sutil que pasa o se posa

El verso sutil que pasa o se posa
sobre la mujer o sobre la rosa,
beso puede ser, o ser mariposa.

En la fresca flor el verso sutil;
el triunfo de Amor en el mes de abril:
Amor, verso y flor, la niña gentil.

Amor y dolor. Halagos y enojos.
Herodías ríe en los labios rojos.
Dos verdugos hay que están en los ojos.

¡Oh, saber amar es saber sufrir!
Amar y sufrir, sufrir y sentir,
y el hacha besar que nos ha de herir...

¡Rosa de dolor, gracia femenina;
inocencia y luz, corola divina!
y aroma fatal y cruel espina...

Líbranos, Señor, de abril y la flor
y del cielo azul y del ruiseñor,
de dolor y amor, líbranos, Señor.


Rubèn Darìo
de la pàgina w. "citas y poesia" de Enrique Oropesa T.

Besa el aura que gime blandamente...

Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza
el sol besa a la nube de occidente
y de púrpura y oro la matiza.
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza.
y hasta el sauce inclinándose a su peso
al río que lo besa, vuelve un beso.


Gustavo Adolfo Becquer
pàgina web "citas y poesia" de Enrique Oropesa T.